30 may 2010

La Chica Pin-Up (Historia De Una Resaca #5)

Aquella noche todo empezó de la mejor manera posible, sin tregua, ritmo ritmo y mas ritmo, caían los tercios de cerveza uno tras otro, chupitos, juegos imbéciles y todo lo demás, que contaros… las canciones repetidas sonando una tras otra, el movimiento agitado de caderas en la disco, las muchachas y muchachos empapados en vino y sudor.

Ella se encontraba al otro lado de la pista, preciosa, iluminándolo todo con sus ojos, con un vestido turquesa que cortaba el aliento, su escote húmedo, su falda corta, su media rota, lo tenía todo chico, el universo entero habitaba entre su pelo, estaba hipnotizado, y de pronto, aturdido y abrumado, en un momento mágico el azar actuó, nuestras miradas coincidieron y se clavaron como pisadas en la nieve más virgen.


Estábamos jugando a adivinarnos.


Sentí el impulso vital y etílico de acercarme, pero no es mi estilo, y que demonios, ella era demasiado preciosa para un tirado como yo, así que me raje, simplemente hui.


Era mitad de noche y mi volumen de alcohol en sangre indecente, estaba ciego, subí las escaleras de la sala con nombre de dios griego y fui andando de lado a lado, llegue a la plaza y recosté toda mi ebriedad sobre la puerta de la iglesia, poco a poco me fui deslizando hasta tocar el suelo, y allí tumbado más ancho que largo mire al cielo y empecé a rezar, ore a los dioses, a Cupido, a la O.N.C.E., al Samur, a la B12, a “Lo que necesitas es amor”, a “Sorpresa sorpresa”, a Jesús Puente y a Paco Lobaton, y allí, en mitad de la nada, ocurrió el milagro, ella, apareció.


Ella: Te estaba mirando en la pista, ¿Estas tan ciego?, ¿no lo viste?, de repente volví y ya no estabas.

Mi dice: Tuve miedo… creo que nací para mirarte niña, eso asusta a cualquiera.
Ella: Mírale que rico!, tuvo miedo, m i e d o! ¿Ahora tienes miedo?
Mi dice: ¿La verdad?, ahora estoy en las puertas del cielo, (ella ríe). ¿Cuál es tu nombre?
Ella: No, nombres no, mejor no, nada de nombres, eso no importa, esta noche tú serás el diablo de la iglesia y yo…. la chica pin-up, ¿te parece?

No tuve tiempo de responder, ella cogió mi mano y la subió lentamente por su muslo, evitando el vestido llegue a su cadera, a la tierra prometida, abrí los mares y desate las siete plagas, se estremecía, la susurre al oído que me mordiera y enroscamos nuestras lenguas en un beso de fuego que ilumino a todos los santos del retablo, la iglesia ardía, San Pablo brillaba y Judas reía, fuimos Dante descendiendo a los infiernos, mordimos locamente la manzana prohibida.

El balanceo era cada vez más intenso, más directo, ella metió la mano en mi bragueta mientras yo subía su vestido, la puse encima, toque sus pechos despacio, con la yema de los dedos, como quien mece a un niño recién nacido, la sujete fuerte por la espalda y pecamos hasta subir al cielo, hasta hacer tronar las trompetas de babilonia, un coro celestial endemoniado.



Nunca volví a verla, ella no era de allí, pertenecía a las estrellas.

 

Nunca volviste chica pin-up, y este diablo de iglesia te sigue esperando.
 


Un relato de: David P. Zarain ( http://davidzarain.blogspot.com/)
Ilustrado por: Ivan De Hojas (http://astrogorestudio.wordpress.com/)

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