29 may 2010

El Portero Cabrón (Historia De Una Resaca #4)

Esta historia empieza en la puerta de una discoteca, iba con Jimmy, Jimmy tenía el pelo sucio y largo, la cara grasa, el pantalón tenia mas agujeros que vaquero, vestía como vestimos los tirados, pero era fuerte, pequeñito pero fuerte, real y extrañamente fuerte.

Veníamos de una fiesta en un piso, sabes… la típica fiesta con mucho alcohol y poco lerele, con mil habitaciones vacías desperdiciadas… poco o nada de sexo, pero en fin, a lo que iba, llegamos a la puerta de la discoteca mas fashion week de toda la city, y claro, allí, como un titán, como un Ciclope de un solo ojo, se erguía ante nosotros la mirada desafiante de “EL PORTERO CABRÓN”.


Si Jimmy era fuerte, muchacho aquello no era normal, gigantismo o algo así tendría el tipo, y claro, niñas monas, chicos feos pero con Money, y Jimmy y yo allí parados como dos extraños granos en aquella puerta que el toro vigilaba, esos dos metros de acera eran su vida, su territorio, su jurisdicción, su tesoro.



Portero: 30 euros

Mi dice: 30? amigo, las niñas de delante han entrado gratis.
Portero: frunce el ceño (su ceño era como un yugo, os lo aseguro), 30 euros y quítate la gorra.
Mi dice: pero a ver amigo, los niños estos han pagado 10, y mi amigo mi gorra y yo tenemos más clase.

El portero da un paso hacia mí, quita la cuerdita roja que nos separa, mi linea de flotacion esta tocada y hundida, mi pequeña talanquera rota,tenía al toro delante de mí…


Portero: ya son 40 euros y como sigas preguntando tendremos un problema.

Mi dice: ok amigo, queda claro, pero es que si te a ti doy a ti 40, no tendré nada que darle a tu madre después.

ERROR (fruto del exceso de alcohol de la fiesta de las habitaciones vacías.)


PLAFFF, primer bofetón PLAFF segundo bofetón, PLAFF patada en la rodilla, PUMM mi jeta besa el suelo y entonces… aparece mi salvador, apareció Jimmy.


Se me olvido mencionaros que Jimmy, además de fuerte, fue campeón de full kontact en sus años mozos y que aunque algo bajito, repartía como nadie, allí se lio la de Waterloo.


Vi venir a Jimmy como una locomotora, como un trozo de metralla sobre la cabeza de ese portero crabrón, lo machaco, lo dejo tieso de un golpe, empezaron a llover cascos de moto, cinturones, botellines, mosquetones, a Jimmy no había manera de pararlo, era un buen tío, pero los buenos tíos cuando se mosquean, se mosquean, aquello era un show, ni entre cinco tipos podían pararlo, era la nube de ceniza de un volcán islandés en erupción, era el martillo de Thor golpeando.


La historia termino con mi moflete izquierdo inflado como un zepelín, con Jimmy chorreando sangre por cejas y labios, con el portero crabrón en urgencias apoyado sobre mi hombro contándome la receta ucraniana de las lentejas de su mama, para que yo, canijo de mi, llegara a ser algún día tan toro como él, y con una serie de extraños y variopintos personajes que habitan las salas de espera de los hospitales en las madrugadas.


2 semanas después, Jimmy trabajaba de portero junto con Dimitri, y yo entraba, (y lo que es más importante) bebía gratis en la discoteca mas fashion exclusiva y estúpida de toda la ciudad.

La vida es sabia.



Un relato de: David P. Zarain ( http://davidzarain.blogspot.com/)
Ilustrado por: Ivan De Hojas (http://astrogorestudio.wordpress.com/)

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