30 may 2010

El Niño Bien ( Historia De Una Resaca #7)

Era una noche como cualquier otra noche, salí de la buhardilla y fui recorriendo los bares, primer bar, segundo bar, tercer bar, birra a birra la noche se iba adentrando en esa franja en la que suceden las cosas.

Estaba solo, sentado en un taburete roído apoyado en la barra con mi cerveza de la mano, a veces pienso que ese vidrio es como tener un sable de samurái o un escudo protector, nadie te puede tocar, es un cold del cuarenta y cinco cargado y apunto de disparar, es el arco de Robin de Locksley robando al rico.


Escuche golpear la puerta del tugurio, coincidió con un silencio en la música, algo pasaba en el equipo y la niña de la barra no se aclaraba, habría echado un cable, pero quizá la niña mona interpretase algo que no era, y bastante tenía con ser un borracho como para encima ser un pesado.


Entro el dueño del bar, un chico joven, pelo engominado último modelo, camisa de botones perfectamente planchada y abrochada hasta los topes, encima un polo, olor a colonia de niño bien, un aroma a seguridad y prepotencia que asqueaba.



Niño bien: estas aquí melenudo, ¿cuanto tiempo?, tienes la autentica estampa del típico borracho, jajaja.

Mi dice: lo miro de arriba abajo, sonrió con cara de lerdo y no digo nada.
Niño bien: ¿que tal va la banda esa?, hacéis algo, veniros un día a tocar aquí, jajaja.
Mi dice: no tienes dinero para pagarnos tío, pero puedes seguir intentándolo.
Niño bien: se acerca y me escupe en el oído, “no me gustas”.
Mi dice: tu a mi tampoco, hueles muy bien, de verdad, pero me van más las chicas.
Niño bien: ¿pero a que juegas? estas en mi puto local y encima me vacilas, ándate con ojo,
estoy cansado de tu sonrisita y de tu pinta de surfero, a ver si maduras crio.

Se hizo el silencio, escuche el descosido de mi tripa, la mirada compasiva de la pareja de al lado, note mi esperpento, me dio igual, continúe bebiendo.


La chica mona seguía trabajando en el equipo, al otro lado de la barra estaba Charlie, Charlie era esa clase de gente buena a la que la vida le ha dado tantos mazazos que tiene la tristeza enquistada, no habla mucho y bebe todo lo que no habla, es lo que yo llamo una incógnita: persona que debido a los golpes de yunque que la vida le ha dado, no ha podido desarrollar todo su potencial y se ha quedado magullado a un cuarto de camino de todo. Me levanto de mi asiento roído y me acerco a él.


Mi dice: Charlie viejo, ¿que tal va?

Charlie: bien tío, tirando, sigo trabajando en la obra, no me quejo.
Mi dice: ummm y que tal va esa espalda, la última vez que hablamos andabas tocado.
Charlie: renqueante, cuando hace frio… me toca la moral….
Mi dice: cuídate Charlie cuídate, no quiero que cause baja el único tipo listo de este bar.

Durante esos minutos de conversación con Charlie, había entrado Mireia, era la camarera del bar de al lado, la conocía poco, de vista y de algún cruce de palabras, alguna tarde pase por su bar y pare un rato, tenían una terraza soleada y cerveza barata, sin más.


Mireia estaba hablando con el niño bien, en los ojos del niño bien brillaba la lascivia, era repugnante, su sombra le delataba, estaba a punto de asaltarla de esa forma tan repelente en la que los niños de camisa rosa asaltan a las niñas, al más puro estilo “cortejo canino”, se ponen detrás, dan vueltas y vueltas alrededor de su presa, la rozan, la vuelven a rozar, y miran con cara de Bogart justo antes de lanzar el ataque final que consiste en invitarla a una copa con el único y deshonroso propósito de que la muchacha baje la guardia, o lo que es peor, pierda del todo el control, realmente lastimoso.


En este caso, el niño bien jugaba con ventaja, era su bar, su pequeña selva acotada, era el depredador más alto de la cadena alimenticia, el Messi y el Ronaldo de la cancha, además se conocían, lo tenía hecho, pero… a diferencia de él, yo no tenía nada que perder. Así que no dude, fui directo hacia Mireia.


Mi dice: hola (intento esbozar mi mejor sonrisa y camuflar mi ebriedad)

Mireia: hola (sonríe).
Mi dice: ¿que hace aquí la niña que me sirve las mejores cervezas y los mejores mojitos de la ciudad?
Mireia: jajaja vaya frasecita…. pues escape pronto del bar y venia a tomar una o dos…
Niño bien: ¿conoces a este? (ni que decir tiene su tono de desprecio).
Mireia: bueno… jajaja, si, se puede decir que sí.
Mi dice: ya lo oíste tío, casi íntimos.
Niño bien: Mireia, ten cuidado con este…

Note como la rabia y la incertidumbre recorrían el cuerpo del niño bien, su gomina se estaba deshaciendo, su camisa arrugando, estaba empezando a oler la inseguridad, no daba crédito a que un tipo como yo pudiera estar de risas con Mireia y menos en su pequeño zoológico, era el Alcorcón F.C. venciendo.



Estuvimos hablando largo y tendido, nos reímos mucho, había una extraña sensación de familiaridad entre los dos, realmente parecía que nos conocíamos de toda la vida, hablábamos y hablabamos y hablabamos y la gomina del niño caía y seguíamos hablando y la camisa del niño sudaba y se pegaba y Mireia se apoyaba sobre mí y yo sobre ella y el fiero niño canino empezaba a ser chiguagua y empezaba a notar el aroma del miedo sobre su linda cara recién afeitada.


Mi cold del cuarenta y cinco le estaba dejando tocado, era Jessy James incendiando la banca, Billy el niño disparando a la diana, y lo mejor de todo es que él me servía una a una las balas con las que le estaba derrotando.

El momento mágico llego cuando después de pagar lo nuestro, Mireia y yo marchamos juntos, la cara del pibe era un poema, era como unos náuticos llenos de barro, como unos pantalones chinos manchados de hierba, como unos calcetines de ejecutivo hechos de esparto. Charlie al otro lado brindaba en silencio por mí, y yo por él y por su espalda magullada.

Mireia era una niña increíble y nada más, simplemente bailamos y reímos hasta el amanecer recostados el uno en el otro sobre las escaleras de la catedral.


El niño bien siguió su curso, poniéndose polos encima de camisas, toda una metáfora…



Un relato de: David P. Zarain ( http://davidzarain.blogspot.com/)
Ilustrado por: Ivan De Hojas (http://astrogorestudio.wordpress.com/)

1 comentario:

  1. ESTÁ BIEN LA HISTORIA Y MUY CURIOSA LA DESCRIPCIÓN DEL "CORTEJO CANINO", JAJAJA. LA ILUSTRACIÓN ME ENCANTA: DA UN TOQUE SIGNIFICATIVO AL RELATO.
    BUEN TÁNDEM, CHICOS :-)

    (ANÓNIMA NO: VANE BALÓN)

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